El violeta es uno de los colores más intensos que encontramos en las piedras preciosas. Algunas piedras violetas o lila son la Amatista, el Zafiro, La Fluorita, La Rubelina, la Tanzanita o la Lolita, entre otras.
El término púrpura o violeta es una mezcla de azul y rojo, con tonos más o menos cercanos al blanco o al negro. Asociamos el color con la sabiduría y la creatividad, además de ser desde hace tiempo un color asociado a la feminidad y su lucha por la igualdad.
Sin duda las piedras violetas transmiten fuerza y lucha para el día a día.
Propiedades energéticas
Las piedras violetas son famosas por su potente fuerza energética, que se ha explotado en muchas costumbres espirituales durante siglos.
Fuerza interior y sabiduría
Estas piedras transmiten una fuerte vibración que puede ayudar a las personas a conectar con su esencia interior y a refinar su expedición espiritual.
Las propiedades energéticas de las piedras violetas se corresponden con el chakra de la coronilla, que es el centro energético situado en la parte superior de la cabeza relacionado con la conciencia espiritual y la relación con lo divino.
Un atributo energético importante de las piedras violetas es su aptitud para fomentar el crecimiento espiritual y el discernimiento.
Se cree que estas piedras potencian el instinto y el sexto sentido, lo que las convierte en una opción favorita para quienes buscan intensificar su práctica espiritual.
Además, las piedras violetas facilitan que las personas se conecten con su yo superior y accedan a su sabiduría interna.
Curación y equilibrio
Una propiedad energética significativa adicional de las piedras violetas es su aptitud para estimular la curación y el equilibrio emocional.
Estas piedras se distinguen por su energía calmante y pacificadora, que puede ayudar a aliviar las preocupaciones y el estrés.
También ayudan a las personas a desprenderse de emociones y pautas de comportamiento adversas, permitiéndoles progresar con una mayor comprensión de la claridad y la misión.
Propiedades Terapéuticas
También se dice que las piedras violetas tienen propiedades curativas terapéuticas, especialmente en lo que respecta al sistema nervioso y el trabajo cerebral.
Ayudan a mejorar la agudeza mental y la concentración, así como a aliviar los dolores de cabeza y las migrañas.
Tienen un efecto constructivo sobre el sistema inmunitario, ayudando a amplificar la salud y el bienestar generales.